martes, 7 de enero de 2014

TRAS LAS JORNADAS, CONCLUSIONES Y PONENCIAS

RESUMEN DE LAS JORNADAS

Del 10 al 19 de diciembre se celebraron las “Jornadas para la Recuperación de la Huerta Zaragozana“ organizadas por la Plataforma por la Huerta de Zaragozana, integrada por diferentes colectivos y asociaciones agrarias, vecinales y ecologistas.
Las jornadas contaron con una nutrida asistencia, con más de 80 personas el primer día y no menos de 60 personas el resto de los días.

Los 12 ponentes que participaron a lo largo de los cuatro días nos hablaron de la importancia de recuperar la huerta productiva en nuestras ciudades, experiencias de espacios agrarios productivos, los retos y oportunidades de los nuevos agricultores y el relevo generacional y como fomentar el consumo de los productos de proximidad y agroecológicos mediante relaciones más directas y justas entre los productores y los consumidores.


Queremos agradecer a todos los asistentes, ponentes y moderadores/as que habéis participado en estas jornadas por el interés, esfuerzo y entusiasmo mostrado, en los primeros pasos para hacer posible que volvamos a poder alimentarnos de nuestra huerta de proximidad, a la vez que fomentamos la economía local, se conserva el paisaje y la biodiversidad y se recupera una “agro-cultura” tanto en el campo como en el plato.  



CRÓNICA DE LAS JORNADAS DÍA A DÍA

10 de diciembre “La importancia de recuperar la huerta productiva en las ciudades” moderada por Eva Pérez Sorribes Radio Zaragoza,
En la primera sesión de las Jornadas en las que participó Josep Montasell (ex director del parque Agrario del Baix Llobregat), Ana Zazo (Investigadora en el Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Madrid) y Francisco Casero (Presidente de la Asociación Valor Ecológico de Andalucía), se habló del "abandono" generalizado de las ciudades a su huerta productiva. Precisamente, como indicó Ana Zazo, hemos olvidado que la huerta fue en sí el origen de la mayoría de las ciudades actuales, como el caso de Zaragoza, asentadas cerca de los cursos de agua y en terrenos fértiles para poder autoabastecerse. El modelo de producción agroindustrial y globalización imperante, ha roto está lógica de autosuficiencia alimentaria y hemos llegado a pensar que podíamos prescindir de la huerta próxima. La pérdida de la huerta periurbana en los núcleos urbanos está teniendo graves consecuencias tanto en la soberanía alimentaria, el medio ambiente, la economía local, el paisaje, el patrimonio e incluso la identidad de los pueblos. 
Como dijo Josep Montasell en su ponencia, es importante que demos respuesta a esta pregunta ¿Se debe garantizar la seguridad alimentaria de nuestras ciudades mediante la importación o, por el contrario, debe garantizarse una producción propia de alimentos? “Si necesitamos comer para sobrevivir, ¿por qué no construimos las ciudades alrededor de la comida? Y , si no podemos , ¿por qué destruimos, sin muchos escrúpulos, las mejores tierras de producción de alimentos más próximas a las ciudades?” (Carolyn Steel, arquitecta). Propone introducir un nuevo indicador de sostenibilidad urbana, el de metros cuadrados por habitante dedicado a huerta productiva de proximidad.
 “Somos lo que comemos pero también somos de donde comemos” y  ante la duda hay que actuar. 
Además de recuperar la huerta de nuestros núcleos urbanos hay que hacerlo de forma agroecológica, por todos los beneficios ambientales, de salud y de relaciones más justas con los trabajadores y trabajadoras del campo que supone ésta. Es un gran reto, y según Paco Casero la agricultura ecológica proporciona un 25-30% de puestos de trabajo más que la agricultura convencional. Además, en España, el consumo de productos ecológicos está aumentado un 2% y sin embargo el de convencionales está disminuyendo un 6%. Los consumidores tenemos que preguntarnos, delante de un plato de comida, los kilómetros que han recorrido cada uno de los productos y la forma en que han sido producidos.

Para ver las ponencias pincha en cada una de ellas:
Ana Zazo, Razones para recuperar la huerta tradicioinal en los entornos urbanos
Josep Montasell, La reconciliación ciudad-campo. ¿Una necesidad?
Francisco Casero, Valores Ecológicos
[AUDIOS]


12 de diciembre “Experiencias de espacios agrarios productivos”, moderada por Chema Paraled programa El Tempero

Durante la segunda sesión en la que participaron Esther Fanlo (del Ayuntamiento de Lleida), Carolina Yacamán (del parque agrario de Fuenlabrada) y Lluis Parés (de la Unió de Pagesos de Catalunya y agricultor del parque agrario del Baix Llobregat), se presentaron diferentes experiencias de espacios agrarios productivos entorno a las ciudades. 

En Lleida desde el 2011 están impulsando la recuperación de la huerta de Lleida, a partir de estudios de diagnóstico, la puesta en marcha de un “vivero de agricultores” para incorporar a jóvenes en el sector agrícola y un “banco de tierras” para que las 600ha que han detectado que están abandonadas se vuelvan a poner en producción. También tienen claro que la huerta sin agricultores desaparecerá por eso tienen un programa de formación y de estudio para favorecer el desarrollo de la huerta y la venta de sus productos. Además de un programa de sensibilización dirigido a la ciudadanía, porque los consumidores son la pieza más importante del engranaje y los que harán posible el que existan la huerta y los agricultores.

Carolina Yacamán, del parque agrícola de Fuenlabrada nos habló del proyecto que han iniciado en este municipio cercano a Madrid y de la importancia de ir construyéndolo desde abajo con los diferentes actores. “Si estos no se apropian del proyecto es muy difícil que éste funcione”. Además hoy en día no existe ninguna figura administrativa que proteja el uso y los valores de un parque agrario, por lo que al final la ciudadanía es el elemento clave para potenciar y defender la huerta. En el proyecto de diagnóstico con los diferentes actores identificaron los siguientes mensajes comunes: La agricultura no es una cuestión exclusivamente productiva, también es calidad y soberanía alimentaria. Los agricultores y agricultoras no son solamente productores de alimentos sino también gestores del territorio
“La agricultura periurbana estructura la ciudades y revierte en la calidad de vida”.

Y desde la Unió de Pagesos del parque Agrario del Baix Llobregat Lluís Parés hizo una magnífica explicación de toda la lucha que desde los años 60 vienen haciendo los agricultores y agricultoras en defensa de esta huerta productiva, superando las dificultades de los diferentes intereses políticos, las presiones urbanísticas y hasta la amenaza externa del proyecto faraónico de Eurovegas, donde la lucha tradicional de los agricultores se unió con los jóvenes, expertos y movimientos sociales de la ciudad de Barcelona que han empezado a valorar ese territorio, como un pulmón del área metropolitana y fuente de alimentación y salud.


Para ver las ponencias pincha en cada una de ellas:
Día 17 “Nuevos agricultores, retos y fortalezas en la huerta urbana” moderada por el periodista José Luis Trasobares.

Durante la tercera sesión en la que participaron Neus Monllor (Doctora en Geografía y Medio Ambiente), Isabel Álvarez (Técnico de formación de EHNE Bizkaia) y Ferran Berenguer (Agricultor ecológico de Cal Rosset, Parque Agrario del Baix Llobregat), se habló de las necesidades de formación del nuevo campesinado.



Neus presentó un resumen de su reciente tesis doctoral, basada en la investigación de las diferencias entre el  campesinado tradicional y emergente en Cataluña y en Canada, concluyendo que los nuevos agricultores que se incorporan al trabajo de la tierra suelen ser universitarios, que fomentan los canales cortos y directos de comercialización, incorporan producción ecológica y mejoras ambientales en la finca, cooperan con otras personas campesinas para fomentar un nuevo modelo de relaciones laborales y sociales, participan en la decisión de los precios a los que venden sus productos, cooperan en redes sociales y en definitiva participan de un nuevo paradigma de agricultura ecológica y de proximidad. Estos  aspectos han de tenerse en cuenta en los planes formativos para nuevos agricultores. Su exposición finalizó con el concepto de “Cocina comprometida” que ha puesto en práctica durante 4 años en un proyecto de cocina campesina, ecológica y de temporada con el añadido de un espacio para la danza y las artes del movimiento en el pirineo de Lleida, “Espai la Tomata”. Una experiencia práctica donde se establecen puentes para unir a los productores locales y los consumidores.
Isa, técnica de formación del sindicato agrario EHNE Bizkaia, empezó su exposición argumentado los motivos por los que desde su sindicato se plantearon trabajar en las líneas de la soberanía alimentaria y dentro del movimiento de Vía Campesina del que formaban parte. Hace 10 años cuando empezaron a plantearse estos objetivos se vivía un contexto en el que había una fuerte desaparición de Baserritarras (Campesinos/as en Euskal Herria), debido al modelo intensivo de producción, el desmantelamiento de los canales cortos de comercialización como los mercados en las plazas, el decreto de eliminación de las cocinas propias en los comedores escolares, el desmantelamiento de estructuras comarcales, etc. Todo esto les llevo a plantearse como sindicato el cambio de modelo y búsqueda de alternativas, basándose en la agroecología como herramienta clave, buscando el relevo generacional y para ello la formación de nuevos agricultores. Ante las dificultades detectadas de los nuevos jóvenes que se querían incorporar al trabajo de la tierra: falta de acceso a la tierra, falta de formación, miedo y efecto crisis, EHNE desarrolla un programa de acompañamiento que se basa en el apoyo y asesoramiento desde el primer momento, desde la búsqueda de tierra, la elaboración del proyecto, la formación, la comercialización del producto y hasta el asesoramiento jurídico. Como pieza clave para la incorporación de estos jóvenes también se han creado las NEKASAREA, grupos de apoyo del agricultor, con una responsabilidad compartida entre el productor y el consumidor para garantizar la alimentación. Fruto del trabajo realizado por EHNE durante estos 10 años, se ha conseguido que se instalen más de 100  jóvenes y más de 1.000 personas tanto productoras como consumidoras pasan por la formación anualmente.
Por último Ferran Berenguer agricultor agroecológico de Cal Rosset, dentro del parque agrícola del Baix Llobregat nos hablo de su trayectoria a lo largo de más de 6 años produciendo en agricultura ecológica junto con su socio, agricultor de toda la vida y que ha sido de vital importancia en su aprendizaje en el trabajo de la tierra y una recomendación a seguir para la reincorporación de cualquier nuevo agricultor. Durante su trayectoria profesional y personal ha formado parte de grupos de consumo ecológico en la ciudad de Barcelona, en concreto de Germinal, y ahora comercializa sus productos a éstos, además de a una tienda especializada y a mercados de proximidad. Considera muy importante el papel de los consumidores conscientes en la comercialización de circuito corto de productos agroecológicos. Forma parte de la “Xarxeta” una red de productores que funciona en diferentes comarcas de Catalunya para compartir recursos, productos y ser punto de apoyo, una estructura que puede ayudar mucho a los productores de una misma zona. Como agricultor del Parque Agrícola del Baix Llobregat y ligado a los movimientos sociales como “Aturem Eurovegas” y “Delta Viu” considera que sería necesario que se facilitara de forma firme el acceso a la tierra para nuevos jóvenes y se potenciara las prácticas agroecológicas de producción dentro del parque.


Para ver las ponencias pincha en cada una de ellas:


19  “Comer de nuestra huerta: cómo acercar sus productos al consumidor. Moderada por el periodista Fernando Rivarés.
Durante la cuarta sesión en la que participaron Ismael Sanz (Miembro del Comité Editorial de la Revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas), David Olmo (Técnico del CAAE de Aragón) y José Luis Cabrero (Cocinero del CEIP "Asunción Pañart" de Aínsa), se hablo de las repercusiones del sistema agroalimentario mundial tanto a nivel de los consumidores como de los agricultores además de  las alternativas existentes en Aragón sobre circuitos cortos de comercialización.


Ismael Sanz nos habló de cómo la tierra se ha puesto al servicio de las multinacionales con repercusiones importantes en el campesinado, el consumidor y el medio ambiente y del abuso  creciente de fertilizantes químicos para conseguir los rendimientos requeridos. Los alimentos cada vez recorren más kilómetros, viajan en frió, llegan a los supermercados envasados y se conservan en frigoríficos. Como ejemplo de ello, una manzana de Chile que llega a MercaZaragoza recorre 140.000km sin embargo podríamos abastecernos de las manzanas de Doña Godina que las tenemos aquí al lado. Mientras en boca de todos se habla cada vez más de disminuir las emisiones de CO2 para frenar el cambio climático, parecemos ignorar que este modelo agroalimentario es el causante de un elevado porcentaje de las emisiones de efecto invernadero liberadas a la atmósfera. Según informes elaborados por GRAIN “El proceso industrial entre que se producen los alimentos hasta que terminan servidos en nuestra mesa  provoca cerca de la mitad de las emisiones de gas con efecto de invernadero generados por los humanos”.
Por otro lado, las políticas agrarias europeas no han apoyado al pequeño agricultor y ello provoca que en Europa cada tres minutos desaparezca una explotación familiar. Los mayores apoyos van para el que posee más tierra, Mercadona se sitúa en los primeros lugares del apoyo económico recibido por Europa. El 1,52% de las explotaciones agrarias de los más poderosos recibe el 26,97% del presupuesto y el 73% que corresponden a las pequeñas explotaciones, el 15%. Otro de los aspectos clave es como el precio pagado al agricultor se multiplica por 8 o 10 en el precio final al consumidor, según datos del IPOD del 2013.
Frente a estas políticas alimentarias se propone otro modelo basado en el regreso de las prácticas campesinas, la transparencia de la cadena agroalimentaria, el fomento del producto de proximidad y de los circuitos cortos de comercialización.
Ismael terminó su exposición leyendo un cuento de Gustavo Duch


David Olmo empezó la charla con un cuadro de Goya, “el duelo a garrotazos” que ilustra de manera muy clara la relación actual entre los productores y los consumidores. Hay que restablecer esta relación y entendernos unos a otros ya que somos víctimas de las mismas políticas. Nos explico las fortalezas del circuito corto de comercialización que restablece la confianza entre productor y consumidor, mejora la calidad organoléptica y nutritiva, el precio es más justo para el agricultor y favorece el consumo de variedades locales con variedad de gustos y riqueza gastronómica. Según una encuesta realizada por la OCU en 2012 a un elevado porcentaje de personas, el 60-70% opina que la calidad organoléptica, ni le gusta ni le disgusta. Es decir estamos comiendo algo que en muchos de los casos ha perdido los sabores y también sus propiedades, ya que cada día que pasa después de recolectados sus propiedades oxidantes disminuyen. En Aragón, existen circuitos cortos de producción ecológica, bien a través de cestas de productor a consumidor (9), cooperativas de consumo (20), tiendas especializadas (9), ventas on line (5)y directamente en el campo (4), así como mercados agroecológicos en Zaragoza y Huesca. Se está detectando una sensibilización creciente en el consumidor que demanda saber cómo se han producido los alimentos que consume.
Por otro lado, la política de las grandes superficies ha hecho que el comercio de barrio haya ido desapareciendo. Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en  1998 había 95.000 tiendas en España, mientras que en el 2004 sólo quedaban 25. 000 tiendas, con la consiguiente desaparición de puestos de trabajo.
Si queremos mayor calidad en la comida nos tenemos que desmarcar de los que nos están ofreciendo las grandes superficies. Apostar por mayor sabor, mayor calidad nutricional, variedades locales…implica  apostar por tiendas de barrio de confianza y circuitos cortos de comercialización.
José Luis Cabrero nos hablo de una experiencia concreta de comedor escolar con productos ecológicos de proximidad en Ainsa, una experiencia que es posible gracias a la firme convicción de José Luis y aliados de esta aventura alimentaria y educativa.
Inicio su exposición aclarando la Orden del 12 de junio de 2000, del Departamento de Educación y Ciencia, por la que se dictan instrucciones para la organización y el funcionamiento del servicio de comedor escolar en los Centros Docentes Públicos no universitarios. En la que las gestión de los comedores se pueden acoger a las diferentes opciones: 1.- Gestión directa 2.- Contratación Servicio 3.- Acuerdos o convenios de colaboración para la prestación del servicio por otras Instituciones o Entes Públicos, Confederaciones, Federaciones o Asociaciones de Padres de Alumnos.
Según esta última opción, la ley deja una puerta abierta para modificar las trayectorias de catering de los comedores que se han implantado en los últimos años en muchos centros escolares en los que la comida viene en frío, incluso desde distancias considerables.
Jose Luis, considera que ha tenido mucha suerte en Aínsa  ya que se ha encontrado con una confluencia de redes de apoyo que han hecho posible el proyecto: red de semillas, red de hortelanos del Sobrarbe, Asociación Un paso atrás. Además, hay 8-9 agricultores en la zona y se ha creado un grupo de apoyo en el colegio de padres y madres, que se reúnen periódicamente.
Todo ello ha ayudado a que haya podido introducir verduras ecológicas en el menú del comedor escolar y a partir de enero introducirá legumbres y pasta ecológicas de Aragón.
Está demostrando en la práctica que se puede ofrecer una comida realizada en el propio centro y con productos ecológicos de proximidad sin que ello encarezca el precio. Se trata de confeccionar los menús para que no se desperdicie el alimento, de manera que un día te sale un poco más caro pero al día siguiente puedes realizar canalones, croquetas, purés con los sobrantes. De esta forma se ofrece una mayor calidad en el servicio y sobre todo desde el propio centro hay un compromiso educativo y político que se transmite a niños ni niñas.
En la actualidad considera que el reto es que la comida que se ofrece en el comedor  se transforme en una oportunidad educativa de trabajo en las aulas para que estos sean futuros consumidores conscientes y activos
“Comprar un calabacín en febrero es un CRIMEN. La cesta diaria de la compra es un acto político”



Para ver las ponencias pincha en cada una de ellas:
[AUDIOS]


HASTA LA PRÓXIMA.........

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